martes, 18 de agosto de 2009

Desde Marruecos con Amor

(aviso a almas sensibles: este mensaje puede herir su sensibilidad)

Buenaaas, desde Marruecos ... con Amor, of course. Me estoy recorriendo con mi colega de tóa la Vida Marruecos en moto. Le dije que le acompañaría, aunque de hecho cada vez que hablámos yo le decía: "Y si nos damos una vueltecita por la costa del Norte de España y Portugal, es mucho más fresco que Marruecos en agosto (miedo me daba) ... y hay cerveza!".
En fin, que no pude convencerle y por aquí ando, con mi colega, mi moto y ... cagü'en el copón! ... mi portátil. Llevo la moto cargadita. Me alegro un montón no se haya dejado convencer:



Esto es (mira, escribiré los nombres como yo crea, en estos momentos no me voy a poner a buscar el mapa) ... esto es Chefchaouen. Un pueblo al que llegamos desde Nador, donde desembarcamos, y después de 300 km de subidas y bajadas con unas curvas de película entre las montañas del Valle del Rif. Precioso todo, el recorrido, los pueblecillos y la gente de las montañas. Y Chefchaouen, el pueblo que tiene la Medina (laberinto de callejones rodeado por una muralla con puertas en puntos estratégicos) pintada la parte alta de las paredes de blanco (para el Sol) y la baja de azul (para las moscas dicen) ... lo cierto es que lo de las moscas funciona, no ví ni una (mi colega dice que es que al ver el azul siguen volando rectas y ... Choff!). Genial Chefchauen, su color, sus gentes, su gentileza ... su Libertad. No hay delincuencia y a la gente se la ve feliz y transmite bondad. Además es precioso.



Después de recorrer las montañas del Norte del Valle del Rif pusimos rumbo en diagonal hacia el Sur hasta el desierto. Hemos llegado en dos días. Cruzamos la cordillera del Atlas y en ella vimos la parte dura de Marruecos, la gente que vive arriba en las montañas y abajo en las cuevas al lado del río ... como en muchos otros lugares. Mi colega dice, con toda la razón, que recorriendo 500 metros de una calle principal de Barcelona también ves la pobreza extrema.



Llegamos al desierto y vemos las primeras dunas.



Y llegamos a Merzouga, el pueblo de las dunas, que ya se han tragado la carretera y asoman tras la puerta del desierto.



je, je, aquí todas las entradas son geniales, ésta es la entrada del hotel donde dormimos ayer. Un pasote!

Genial Marruecos y sus gentes.
Besitos desde el desierto.
filmín
pd: Envidia cochina si la sensibilidad herida es porque piensas: "Qué cabrón!". Disculpas si ha sido causa del vacileo de ir en moto, con nuestro traje, casco, guantes, botas, como dos extraterrestres entre gente muy pobre.

1 comentario:

pelado1961 dijo...

Si ya yo decía que no existe cosa tal como la "sana envidia", jajajjajaa.

Ojalá disfruten muuuuuuuucho y hagan un megapost contando ese viaje (lo que se pueda contar, claro).

Va un abrazo!!!