1.962

Despues de mi primera y última intervencion en el blog titulada Tiempo, fruto del agobio y estres me he dedicado a reflexionar y tomarme mi tiempo para relajarme y hacer una de las cosas que hace mucho no hacia, leer entre otras cosas, viejas letras escritas por mi, y encontré una de la cual no soy autor pero me gusto mucho, estas lineas estan escritas en una lapida de una cementerio en las ruinas de una iglesia perdida en medio de ningun lugar en plena naturaleza donde reina la paz, me gusto tanto que lo copié y hoy todavia lo conservo junto a mis apuntes, la inscipción tiene fecha del 1.962 y de aqui su titulo, más que la despedida de un ser querido, es un consejo que parece dar el difunto a los vivos hoy lo quiero compartir con todos vosotros esperando que os guste.

Ves plácidamente entre los ruidos y las prisas, recuerda que la paz puede estar en el silencio. Sin renunciar a ti mismo, esfuérzate para ser amigo de todos. Di tu verdad quietamente, claramente, escucha a los otros aunque sean tontos e ignorantes, cada uno tiene también una vida que explicar, intenta evitar a los ruidosos y agresivos porque acabarán haciéndote daño. Si te comparas con otros puedes convertirte en un hombre egoísta y amargado, siempre habrá cerca de ti alguien mejor o peor que tú. Fortalece tu interior para que no te destruyan inesperadas desgracias, pero no te crees falsos infortunios, muchas veces el miedo es producto de la fatiga y de la soledad, sin olvidar una justa disciplina sé benigno contigo mismo, no eres mas que una criatura en el universo, no eres menos que los árboles y las estrellas y tienes el mismo derecho a estar aquí.

Y si no tienes ninguna duda, el mundo se desplegará delante de ti, no olvides nunca tus trabajos y aspiraciones. Estando en paz con tu alma, a pesar de tus falsedades, penosas luchas y sueños arruinados, la tierra sigue siendo bonita. Sé cuidadoso, lucha por ser feliz.

Patoloco.